México
ha tenido avances importantes en el turismo. Hemos vuelto al top 10 de
destinos turísticos a nivel mundial, según el barómetro de la
Organización Mundial de Turismo; somos el cuarto país más competitivo de
América Latina en el sector, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, y
hemos aumentado la cifra de visitantes internacionales y el ingreso de
divisas.
Pero, ¿estamos haciendo lo que debemos o solo lo que podemos? Aplaudo estos logros e insisto en que todavía hay mucho camino por recorrer para lograr un sector verdaderamente productivo y competitivo. Por ello, hemos trazado líneas de acción que impulsen el desarrollo óptimo del turismo y de su productividad.
Por un lado está la imperiosa necesidad de reforzar la conectividad; requerimos de infraestructura para llegar a más lugares de manera rápida y segura en distintos medios de transporte, como las líneas ferroviarias. Y, por otro, ayudaría el regreso de la depreciación acelerada de los activos, es decir, el retorno de la inversión.
Asimismo, es vital generar un esquema de programas atractivos y diversos para fortalecer el turismo nacional, el cual representa 80% del total del sector. Ejemplo de ello son los segmentos que dejan una mayor derrama todo el año, como son el turismo de compras, de negocios o convenciones y el de romance.
En este sentido, la Concanaco Servytur está convencida de que esto puede realizarse mediante el fortalecimiento y la implementación del turismo social; segmento que beneficia a los connacionales con menos recursos, para que puedan vacacionar al menos una vez al año. De ser así, se generarían 60,000 millones de pesos.
Por otro lado, destacamos la necesidad de diversificar el mercado y el producto turístico, tomando en cuenta que 55.3% del total de visitantes internacionales proviene de Estados Unidos.
México necesita estrechar lazos con otros países, principalmente de Asia, donde la mayoría de la población cuenta con una mayor capacidad de compra que los turistas tradicionales.
Es imprescindible la creación de un producto heterogéneo y auténtico que responda a la cultura y a las costumbres de cada región del país.
De esta manera se dotaría de un valor agregado al producto que México ofrece al extranjero, obligándolo a prolongar su estancia o a regresar.
Finalmente, y dada la naturaleza de la confederación, se busca interrelacionar de mejor manera el comercio, los servicios y el turismo para fortalecer las cadenas productivas. Además, es de suma importancia generar más esquemas accesibles de financiamiento y fortalecer la profesionalización de empresas del sector. Ambas líneas de acción generarían una mayor derrama para los destinos. No es una tarea fácil y requiere de la colaboración de todos los actores del sector.
Enrique Solana Sentíes presidente de la Concanaco Servytur © EL ECONOMISTA
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